Por Benito Lanesán
Como esas cosas que casi nunca se dan, así comenzó todo esto meses atrás. Una llamada teléfonica y algo que ni siquiera yo podía creer; ibamos a poder ver un Ramone en vivo.
Y el tan ansiado día llegó, la cita era a las 21:00hs en el Gimnasio Juan Bautista Rocha. Llegué temprano, mucha gente afuera, muchos amigos, muchas remeras de los Ramones, mucha sensaciones, mucha ansiedad.
De repente, se prendió una luz en la boletería y la gente se agolpó en la puerta, esperando para entrar, pero no pudimos. Todavía faltaba un poco más para poder entrar.
En la espera divisé mucha gente, chicos acompañados por sus padres, ambos con remeras de The Ramones, adolescentes, chicos y chicas venidos de muy lejos para ver a este monstruo del punk rock, todos esperando lo mismo, con la misma ansiedad, con las mismas ganas.
Por fin abrieron la puerta y luego de un cacheo, entramos. Me acomodé sobre la valla, cerca del escenario y prometí no moverme de ese lugar. La gente comenzó a entrar y no se hizo esperar ese Hey Ho! Let’s Go!, el «vamos Ramones la puta que los parió«, y nada, momentos mágicos, se me comenzaba a hacer un nudo en la panza.
Por los parlantes de La Guarida sonaban Los Ramones, la gente se comenzaba a cebar. Pedian a gritos algún tipo de distorsión, algún músico arriba del escenario para descargar los primeros gritos y así fué como subió el señor Martín de Cambio de Actitud tirando el primer riff mientras afinaba la viola y los gritos de la gente, que queria punk rock, quería rock and roll, queria gritar, queria vivir esa noche a full.
Subieron los Cambio de Actitud, los cual hace mucho tiempo no veía, ahora que toca Lucas era la primera vez que los veía en vivo. Sonaron muchos hits de CDA como «Ella», «Pastillas y Ginebra», «Los espejos», todo el tiempo acompañados por el pogo riogalleguense que quería más y más, sonó «Hybrid Moments» de Misfits y por primera vez en el reci grité a voz pelada, preparandome quizás para lo que iba a venir. Excelente elección de cover, hace mucho tiempo que nadie hacía un cover de Misfits. El último que recuerdo fue el «We’re 138» que hizo Blade en aquel templo del rock que era La Guarida.
Cambio de Actitud sonó de puta madre, mucha fuerza, mucho trabajo vocal, mucha garra. No por nada es una de las bandas más populares en la ciudad y demostró anoche que no tiene nada que envidiarle a ninguna banda de Buenos Aires, se notó mucho el trabajo, el ensayo y el cambio de baterista le agregó fuerza y dinámica. Muy bueno lo de ellos.
Se fueron despedidos por un inmenso aplauso de toda la gente y no se tardó en escuchar el «Antiiiheeeeroes«.
Me saqué la mochila. Mi cuerpo pedía pogo, pedía cantar canciones con mis amigos, pedía PIT PIT PIT. Estabamos todos allí, esperando para sacarnos un poco y Watta, nuestro maestro de ceremonia para el ritual que iba a comenzar, dio paso inicial con «El Gran Error» seguido por «1921» , muchos amigos en el pit, mucha gente cantando a todo pulmón «los anarquistas ganamos igual«. Antiheroes siguió con algunos temas de su nuevo disco, como «Desde el cañadón» mezclados por clásicos como «Ignorancia» . Durante todo el reci esperé «Clase Trabajadora», que nunca vino, pero mis plegarias fueron escuchadas cuando empezó a sonar «La Sangre del Obrero» y «Control Obrero«, pero para cerrar con broche de oro, no sé si por los gritos desaforados que pedían 1 canción, cerraron con «Sin Fronteras«, una canción que nos representa, creo, a todos los que fuimos al recital, pogo a full, mosh, ya se comenzaban a ver los primeros cuerpos desnudos.
Antiheroes, como en cada recital cumplió con sus fans, tocaron de puta madre, hubo pogo y ya tengo ganas de verlos el Domingo, cuando se presenten junto a Arbolito de Bs As. y ojalá hagan clase trabajadora, porque me la deben muchachos.
Volví a la valla, y ya el nudo era cada vez más grande. Luces apagadas, Hey Ho! Let’s Go, una bandera flameando «RAMONES ALWAYS IN MY HEART» y la gente lo pedia «Markyyyy, Markyyyy» y nada, asistentes sacando la batería y acomodando equipos. El germano que se asomaba por unas ventanitas junto a los 2 integrantes de violadores, y Marky no aparecia, de repente sobre el escenario, en unas ventanas que dan al pasillo, lo vimos por primera vez y rugió el Rocha. Comenzó a sonar «A mi manera» y comenzaron uno a uno a subir al escenario, hasta que llego Marky.
Y fue inexplicable, un torrente de sensaciones llegó a mi y se me nubló la vista por las lagrimas en mis ojos. Muchos recuerdos, amigos que ya no están, amigos que perdí, bandas, adolescencia, vivencias, todo corrió por mis venas, gente que hubiese querido estar ahí conmigo y no estaba, me acordé de todas esas cosas. No hubo muchas palabras porque ya estaba sonando Rockaway Beach y Teenage Lobotomy. Pogo a full, pibes arriba de pibes, gente que pedía más y más.
Siguieron los clásicos «I don’t Care», «Sheena is a Punk Rocker» «Havana Affair» «Now I wanna sniff some glue», en fin, repasaron unos cuantos hits de su primer disco, con toda la emoción encima. El cantante (el cual no recuerdo su nombre) muy bueno, no es el mismo con el que se presentaba Marky & Friends hace un tiempo atrás. Mucha dinamica, todo el tiempo agitando al público, la verdad que se lo notaba emocionado también, al igual que el violero y al bajista. Se percibía en el aire, una mística, casí podías cerrar los ojos y sentir que estabas en aquellos primeros bares donde los Ramones se hicieron paso y aunque muchos no lo creyeran (y me incluyo) estabamos en Río Gallegos.
Por momentos vi viejos amigos mios, de esos amigos que uno deja de ver pero nunca los pierde, con más de uno me abracé, corrian lagrimas en varias mejillas, a alguno le di un beso, en fin, era la fiesta que muchos esperabamos hace años y no sabiamos si alguna vez la ibamos a tener.
Cada canción fue coreada por todos los presentes, «Pet Cemetery», «The KKK took my baby away», «Pinhead», «Cretin Hop», cada una de ellas fue gritada a rabiar, por chicos, grandes. Gente pasaba sobre nuestras cabezas, banderas, un clima de emoción total.
Se fue la primer parada luego de KKK y la gente «Y Marky no se vá, y marky no se va» . Había llevado mi cámara, pero les juro que durante todo el recital lo que menos se me ocurrió fue sacarla y sacar fotos, tenía que disfrutarlo porque era mi deber por todos los que no habian podido estar.
Volvieron, la gente estalló y sonó «I wanna have something to do» y el «Tonight, Tonight» clarito en todas las voces, proseguido por «Chinese Rocks» uno de mis temas preferidos de todas las épocas junto a «Poison Heart» (única canción que quería que tocaran y no tocaron) , siguió «I don’t believe in Miracles», «I don’t wanna walk around you», «Today your love, Tomorrow the World» «I wanna be your boyfriend» «Commando», y vino «A wonderful World», uno de los últimos registros de Joey Ramone y creo que a muchos se nos inundó otra vez los ojos al recordar a nuestro principe del punk rock que hace mucho tiempo que ya no está con nosotros. Y el final en algún momento tenía que llegar y llegó con Blitzkrieg Bop.
Se bajaron esos 4 monstruos y nosotros, la máyoria quedamos desamparados nuevamente, volver a la rutina, a nuestros trabajos, esa noche mágica había llegado a su fin y quizás por eso, muchos (en los que me incluyo) nos quedamos al lado de la valla, quizás esperando algunas canciones más, pero sabiamos que como todo lo bueno en la vida es efimero y que para disfrutarlo uno tiene que aprender que en algún momento todo se termina. Nos llevamos un pedazo de cada músico que tocó esa noche y ellos se llevaron algo nuestro. Creo que la magnitud de este evento va a ser relatado por muchas personas, quizás va a perdurar en el tiempo, como algo selecto que vivimos unos pocos y podemos decir que estuvimos allí, o también quizás, Marky Ramone el año que viene (si sale de gira nuevamente) nos incluya nuevamente como punto para venir. Son cosas inciertas que todavía nadie sabe, pero estamos seguros que todo lo que vimos anoche lo vamos a llevar en el corazón para siempre y mucho más a los que adoptamos a los Ramones como padres fundadores de nuestra escuela de rock.
Me fui del recital con un nudo en la panza todavía, por muchas cuadras no hablé. No podía creer lo que había presenciado, rengueando, feliz, en remera a pesar del frio, pensé en todo lo que significaba haber estado presente anoche y pensando en eso me fuí a dormir. Feliz, feliz de sentirme Ramonero de toda la vida, de haber tocado mil veces canciones de ellos, feliz de haber podido estar, feliz de haber renunciado a mi trabajo y poder haber visto a Marky (que de otra forma no lo podría haber hecho), feliz de la vida. Un Ramone nos visitó y nos dejó su magia.
Quiero agradecer especialmente a Maru, por hacer posible este sueño para muchos y para toda la gente que laburó para que esto fuera lo que fué, una verdadera fiesta. Creo que muchos podemos morir tranquilos.
Y quiero hacer un pedido, si alguien tiene fotos del evento para ilustrar esta nota y para quedarme con algo más que la felicidad que me envuelve, me las envie a breakingfronteras@yahoo.com.ar si no es mucha molestia.
Gracias Marky por ser tan grosso, sé que mientras sonaban las canciones habian 3 grandes tipos mirando desde el cielo, mirandonos a todos y eso fue gran parte de la magia de haber estado ahí.
Los saludo y nos vemos el domingo.
Gracias a Lucas y Yess por las fotos y el video.